7 de la mañana de un domingo de enero, con caras de sueño y esperando a los tardones que se les habían pegado las sábanas, conseguimos llenar un autobús y algunos coches particulares. Era nuestro primer viaje en autobús y además fuera de Extremadura.
Bajando hacia el sur, las dehesas resplandecían de la helada que tenían encima, pero al llegar a Encinasola, comprobamos que nos iba a hacer un buen día.
Comenzamos a caminar por caminos junto a pequeños riachuelos entre encinas y jaras, y los verdes cerros del Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche. El Río Múrtigas, su paseo ribereño y un buen avituallamiento nos llevó hasta el Puente de los Cabriles, donde vimos los cuernos de cabra que lo decoran y que le dan nombre. En la parte más umbría del puente, aún se observaba escarcha a pesar de la buena temperatura que hacía.
Una fuerte subida nos acercaba poco a poco hacia la población, donde la olla estaba cociendo, se olía a leguas que unos buenos garbanzos con su morcilla, su chorizo y su costilla nos estaban preparando. Estaban estupendos.
Bonita convivencia entre senderistas procedentes de Extremadura y Andalucía. El baile final nos hacía retrasar el regreso pero con muy buen sabor de boca, nos hicimos la fotos de grupo y despedimos a nuestros, ya amigos de Encinasola.
En el viaje de vuelta no se notaba el cansancio, pues los chistes rápidamente afloraron, y entre risas y recuerdos, el camino se hizo sin pensarlo.
Enhorabuena para el Club de Senderismo "Los Cabriles" por la buena organización y la buena convivencia.
Bajando hacia el sur, las dehesas resplandecían de la helada que tenían encima, pero al llegar a Encinasola, comprobamos que nos iba a hacer un buen día.
Comenzamos a caminar por caminos junto a pequeños riachuelos entre encinas y jaras, y los verdes cerros del Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche. El Río Múrtigas, su paseo ribereño y un buen avituallamiento nos llevó hasta el Puente de los Cabriles, donde vimos los cuernos de cabra que lo decoran y que le dan nombre. En la parte más umbría del puente, aún se observaba escarcha a pesar de la buena temperatura que hacía.
Una fuerte subida nos acercaba poco a poco hacia la población, donde la olla estaba cociendo, se olía a leguas que unos buenos garbanzos con su morcilla, su chorizo y su costilla nos estaban preparando. Estaban estupendos.
Bonita convivencia entre senderistas procedentes de Extremadura y Andalucía. El baile final nos hacía retrasar el regreso pero con muy buen sabor de boca, nos hicimos la fotos de grupo y despedimos a nuestros, ya amigos de Encinasola.
En el viaje de vuelta no se notaba el cansancio, pues los chistes rápidamente afloraron, y entre risas y recuerdos, el camino se hizo sin pensarlo.
Enhorabuena para el Club de Senderismo "Los Cabriles" por la buena organización y la buena convivencia.
Fotografías de Francisco José Lozano Chaves
No hay comentarios:
Publicar un comentario