Entre los casi 3000 peregrinos de toda la Comarca de Mérida había 19 senderistas alangeños dispuestos a recorrer los más de 20 km que separan la Ermita de la Virgen de Perales en Arroyo de San Serván y la Basílica de Santa Eulalia en Mérida. Para ello había por delante un día entero.
No era una día de ruta, era un día de peregrinación, de romería, de paso lento, de buen camino entre amigos, de compartir las variadas viandas que llevábamos en nuestras mochilas entre conversación y conversación, entre vivas y rezos con los 13 martirios de la Niña Eulalia.
Al llegar a Mérida, sentir un cosquilleo fue inevitable, el Puente Romano lleno de peregrinos nos condujo hacia el Decumanus Maximus de Emerita Augusta, hoy día Calle Santa Eulalia y Ramba de la Mártir, lugar donde la Niña Eulalia con doce añitos sufrió su martirio por haber defendido el cristianismo ante el gobernador romano de la ciudad.
Una vez en su basílica, la verdadera imagen de la Mártir nos esperaba, en esta ocasión sin grandes adornos florales al haber sido sustituidos éstos por fines benéficos, y ante Ella cada peregrino expresó sus sentimientos dándole gracias por haber podido hacer el mismo camino que Ella hizo hace 1708 años.
Damos gracias también a la Asociación de Peregrinos de Santa Eulalia por el detalle de habernos regalado los certificados que indican que el 9 de diciembre de 2012 fuimos Peregrinos de Santa Eulalia de Mérida.
José María Benítez Carroza
No era una día de ruta, era un día de peregrinación, de romería, de paso lento, de buen camino entre amigos, de compartir las variadas viandas que llevábamos en nuestras mochilas entre conversación y conversación, entre vivas y rezos con los 13 martirios de la Niña Eulalia.
Al llegar a Mérida, sentir un cosquilleo fue inevitable, el Puente Romano lleno de peregrinos nos condujo hacia el Decumanus Maximus de Emerita Augusta, hoy día Calle Santa Eulalia y Ramba de la Mártir, lugar donde la Niña Eulalia con doce añitos sufrió su martirio por haber defendido el cristianismo ante el gobernador romano de la ciudad.
Una vez en su basílica, la verdadera imagen de la Mártir nos esperaba, en esta ocasión sin grandes adornos florales al haber sido sustituidos éstos por fines benéficos, y ante Ella cada peregrino expresó sus sentimientos dándole gracias por haber podido hacer el mismo camino que Ella hizo hace 1708 años.
Damos gracias también a la Asociación de Peregrinos de Santa Eulalia por el detalle de habernos regalado los certificados que indican que el 9 de diciembre de 2012 fuimos Peregrinos de Santa Eulalia de Mérida.
José María Benítez Carroza
Fotografías de José María Benitez Carroza.
Fotografías de Inma Lozano Sánchez.
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