El día comenzó con un poco de incertidumbre por la tardanza del autobús. Al final y por la premura de tiempo decidimos realizar la ruta mas corta.
Fue un paseo muy agradable,disfrutamos del paisaje y la compañía que no es poco.
Recorrimos los restos de una calzada romana,vimos el nacimiento del río Arrago,cruzamos un bosque autóctono de robles,encinas y castaños siempre acompañados por la labor de ingeniería de los frailes con sus acequias centenarias para canalizar el agua hasta la ermita de Santo Tomé y por último enfilamos hacia Robledillo entre castañas y madroños.
Una vez en el pueblo paseamos por los balcones al lado del río y nos pusimos a reponer fuerzas en los bares y restaurantes de la localidad ,con algún vino que otro en las bodegas (vino de pitarra tan reconocido que hasta el mismísimo don Miguel de Cervantes lo cita en alguna de sus obras).
Por la tarde y con las fuerzas recuperadas visitamos la Iglesia Parroquial con una talla de Cristo yacente articulado de la escuela de Gregorio Fernández y un artesonado mudéjar en la sacristía digno de un palacio episcopal.
Por último terminamos la tarde con una visita y cata de aceite al Museo Molino del Medio para posteriormente regresar a casa.
En el aire quedó el deseo de volver a Robledillo para realizar la ruta del Chorrito que esta vez no se pudo hacer (eso si a su tiempo).
Para terminar dar las más efusivas gracias a Jaime por su ayuda en la ruta, a José por su visita guiada la Iglesia y a Julio y Alejandro por su amabilidad al mostrarnos su museo y por supuesto a todos los participantes que demostraron su buen saber hacer y estar.
Fotografía del Club de Senderismo Valdearenales de Guareña
PRECIOSAS IMAGENES DE UNA RUTA MUY BONITA
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