lunes, 13 de enero de 2014

CAMINAMOS Y CONOCIMOS EL SECRETO DE VARINIA...

PRESENTACIÓN DE LA ACTIVIDAD POR PARTE DEL PRESIDENTE DE LA ASOCIACIÓN “PATA DEL BUEY”

Buenas tardes.

Nos hemos reunido hoy aquí el Club de Lectura de la Biblioteca Municipal de Alange y la Asociación Senderista y Cultural “Pata del Buey” para compartir una actividad, lo cual nos alegra a ambas partes porque compartir cualquier evento en un pueblo pequeño como el nuestro es algo que nos engrandece como pueblo y como personas.

Esta actividad conlleva deporte con un pequeño paseo adaptado a casi cualquier persona, y cultura con una visita al monumento más importante de nuestro pueblo, el Balneario y sus Termas Romanas declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Seguro que algunos de los presentes no habéis entrado nunca en el espacio de baños del balneario y otros no sabéis nada de los tesoros históricos que el balneario esconde. Pues esto es un delito porque hay que empezar conociendo lo que tenemos al pie de casa que es lo primero de lo que tenemos que disfrutar y que también vender ya que el término Patrimonio Mundial de la Humanidad quiere decir que en Alange tenemos algo único en el mundo.

Antes de continuar, queremos dar las gracias a la dirección del Balneario por abrirnos de nuevo sus puertas, en esta ocasión para que podamos disfrutar los locales de una magnífica visita guiada por un gran guía, Santiago López, al cual también agradecemos su colaboración.

INTRODUCCIÓN AL PASEO:

Seguro que os habréis preguntado algo. Este pequeño paseo que vamos a realizar lleva por nombre “El Camino de Varinia”, hoy día para nosotros un personaje, pero que hace unos algo menos de 2.000 años fue una mujer de carne y hueso que llegó hasta aquí, quedando reflejada en la historia y en el patrimonio de nuestro pueblo.

“Amanecía en aquel cielo del siglo tercero, a unos 15 kilómetros de la legendaria capital de la Lusitania. Una pequeña comitiva de romanos ilustres terminaba su viaje aquella madrugada, hacia esas aguas de las sierras cercanas a Emérita Augusta, donde según se hablaba nacía un agua que todos los males curaba.
Sobre una de las literas, una joven, de aspecto melancólico miraba hacia ese horizonte entre la sierra y el llano de las Vegas del Río Anas.

A la Diosa Juno dedicaron un santuario Licinio Sereniano, varón esclarecido, y VariniaFlacinia, su mujer, por la salud de su hija Varinia Serena.

Como Diosa protectora de las mujeres, Juno devolvió la salud a la hija del senador romano y éste en su memoria hizo tallar el mármol con esas palabras para el recuerdo eterno de aquella promesa cumplida.”
Esta es la historia que a modo de cuento ha llegado hasta nosotros, y ahora, aunque con un paisaje muy diferente al del siglo tercero, vamos a seguir ese camino que Varinia y su familia siguieron para buscar el preciado tesoro que más tarde descubriremos.

Texto de José María Benítez Carroza

ACOMPAÑANDO A VARINIA...

Tras varias horas caminando en busca de las aguas curativas, Varinia y su familia realizaron un alto en el camino para descansar, tras comer algo, Varinia se quedó completamente dormida, y en su profundo sueño vio a dos grupos de personas que dos mil años después se reunirían para hacer su camino. Caminaban en torno a un gran lago para llegar a las puertas de un edificio que ella desconocía, vio como se aglutinaron ante una especie de piscina y tras los recuerdos nostálgicos del pasado soñó como el grupo de personas entraban en otro edificio desconocido, pero como si fuera premonitorio vio a un hombre hablando sobre ella en aquel lugar. En su sueño escuchaba como comentaba la historia de su familia, como hablaba de las épocas venideras de aquel lugar que ella buscaba, contó historias que ni ella misma en ese mismo sueño podría imaginar, veía a las personas del grupo escuchar aquel hombre atentamente, y como si fuera una misma de aquel grupo les acompaño por las estancias del lugar, visitó las termas, piscinas inimaginables y otros lugares ignorados por ella y cuando estaba a punto de conocer el secreto de aquellas aguas fue despertada por su padre, Licinio. 

Varinia con cara de extrañada miró a sus padres y les dijo:

“El camino que hoy hacemos será recordado generación tras generación, las aguas que hoy buscamos serán buscadas a lo largo de los siglos por otras familias, el viaje que hemos emprendido solo es el principio de un camino que se andará a lo largo de la historia”. 

Y tras escuchar extrañados a su hija iniciaron de nuevo la marcha hacía su propio lugar en la historia de Alange.

Texto de Nicolás Megías Berdonce

FOTOGRAFÍAS...

NOTA: El Balneario de Alange presenta en estas imágenes un aspecto descuidado y nada usual para visitas turísticas debido a que se encuentra en periodo de inactividad hasta el próximo mes de marzo.
























Fotografías de Milagros Hurtado Fernández.
































Fotografías de Fefa Corbacho Barrero.







































































Fotografías de José María Benítez Carroza.






















Fotografías de Nicolás Megías Berdonce. 

2 comentarios:

  1. Precioso y lindo repportaje de un pueblo magico
    Saludpos

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  2. Impecable la presentación e introducción, buen reportaje y excepcional relato.
    Gracias. P.R.C

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