Asociación Senderista y Cultural "Pata del Buey": PROCESIÓN SENDERISTA POR SEVILLA

Pese a las inclemencias de “Hugo” y al trastorno del cambio horario, llegamos a Sevilla dispuestos a pasar una agradable jornada...nos encontramos cerrado el acceso a la Plaza de España y Parque de María Luisa por el tiempo adverso…con foto de grupo a la puerta del palacio de San Telmo y torre del Oro…camino del centro de la ciudad disfrutamos de sus incomparables monumentos, con paradas obligadas en el Archivo General de Indias, la Catedral con su Giralda, donde nos proveímos del ramo del domingo, Palacio Arzobispal, barrio de Santa Cruz con sus patios florales y tiendas típicas, Iglesia del Salvador con participación en el besa pies.

Por la tarde deleite del paso de varias procesiones donde el fervor de la fe elevado a su máxima expresión nos impresionó y cautivó para volver en otra ocasión.

- Amigo Santi, ¿ qué te ha parecido Sevilla ?

- Una maravilla, amigo Paco, una maravilla.

Texto de Paco Romero Contreras

E igual que lo hiciera Jesucristo en su entrada triunfal en Jerusalén entre palmas y olivos, así lo hicieron los socios y simpatizantes de A.S.C “Pata del Buey” el pasado Domingo de Ramos, procesionaron por los lugares más emblemáticos e importantes de la ciudad de Sevilla para acabar presenciando varías de sus hermandades realizando sus precesiones de penitencia.

Lo primero en visitar y que fue imposible para algunos fue el Parque María Luisa y la Plaza de España, al estar cerrados por las inclemencias del tiempo. El Parque María Luisa fue inaugurado el 18 de abril de 1814 y fueron donados en 1893 por la infanta María Luisa Fernanda de Borbón. Así, la plaza de España, cuyo arquitecto fue Aníbal González, construida entre 1914 y 1929 para la Exposición Iberoamericana de 1929 con un estilo propio, pero inspirada en Renacimiento español.

Aprovechando la cercanía del Palacio de San Telmo, la comitiva se dirigió hasta él para hacer allí la foto de grupo pasando antes por la Universidad. El Palacio de San Telmo es la actual sede de la presidencia de Andalucía. De estilo barroco, fue construido entre los siglos XVII y XVIII para ser sede de la Universidad de Mareantes.

Desde allí, tocaba visitar otro de los puntos más fotografiados y visitados de la ciudad, la Torre del Oro, situada al margen izquierdo del Guadalquivir, se trata de una construcción de entre el 1220 y 1221 con 36 metros de altura.

Con los paraguas abiertos como si fueran las palmas que recibieron a Cristo, siguieron el camino hasta la zona centro de la ciudad, para visitar el Archivo General de Indias, creado en 1785 por Carlos III en el cual se conservan 43000 legajos que es Patrimonio de la Humanidad de la Unesco desde 1987 junto a la Catedral Santa María de la Sede y los Reales Alcázares.

La Catedral Santa María de la Sede es la catedral gótica cristiana con más superficie del mundo. De su construcción existen documentos desde 1433. La Giralda alcanza los 101 metros incluido “el Giraldillo”, data de finales del S.XII y corresponde al alminar de la antigua mezquita de la ciudad.

No podía faltar el paseo por uno de los barrios más conocidos de Sevilla, su barrio de Santa Cruz, donde se situaron sus juderías, junto al de San Bartolomé.

Con una leve mejoría y tras pasar por la plaza de San Salvador, con visita obligada a su templo, donde se encontraban expuestos varios de los pasos que harían penitencia durante la Semana Santa sevillana, entre ellos La Borriquita.

Tras comer tocó ver algunas de las procesiones del Domingo Ramos en Sevilla, una de ellas, la de la Borriquita, desde un sitio privilegiado en la plaza de San Salvador, la otra, la procesión de “La Paz” pasando por el Parque de María Luisa, como demuestran algunas de las fotos y vídeos que dejamos más abajo. También cabe mencionar que algunos tuvieron la oportunidad de visitar y disfrutar de otras tallas e imágenes de la Semana Santa hispalense.

Tras pasar un día de lo más agradable entre monumentos, historia, cofrades e incienso el grupo retornó Alange para seguir disfrutando de la Semana Santa en la tierra natal.

Texto de Nicolás Megías Berdonce