Desafiando las altas temperaturas que se preveían, unos cuarenta senderistas se pusieron en camino hacía uno de los símbolos de Extremadura, el Meandro del Melero.
Una ruta que transcurrió por unos parajes que a pesar del calor y de la estación estival conservaban su esplendoroso verde que no así, el río Alagón, que sufría los embistes del verano haciendo que el propio meandro no fuera tan impresionante que en otras estaciones, pero aún así, las vistas y el paisaje sorprendieron a todos, donde hubo tiempo para hacerse fotos por los cuatro costados.
Una vez de regreso y con parada obligatoria para un refrigerio, el grupo visitó Las Mestas, última localidad que visitó Alfonso XVIII en su recorrido por la comarca y donde se puede disfrutar de uno de los árboles singulares declarados en Extremadura, el Enebro de Las Mestas.
Tras la comida bajo la sombra robusta de la arboleda del lugar, los senderistas relajaron los pies tras la caminata entre charlas y anécdotas en las aguas cristalinas de la piscina natural donde algún atrevido estuvo apunto de remojarse por completo.
Y no podían volver de la zona sin probar el "ceripolen", producto muy popular de la zona y degustar algunos de los productos típicos elaborados con miel de la zona y coincidiendo con el "Tio Picho".
Como podéis leer y veréis en el reportaje que os dejamos a continuación, la jornada dio mucho de sí, donde se pudo disfrutar del encanto que nos regala "Las Hurdes."
Texto Nicolás Megías Berdonce
Fotografías...
Fotografías de:
- Ana Márquez Balsera
- Beli Belloso Sánchez
- Fefa Corbacho Barrero
- Juan Carlos Contreras González
- Mamen Méndez Gil
- María José Pulido Espinosa
- Nicolás Megías Berdonce
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